¿QUE NOS PEDIRIA UN AUTISTA?
Ángel Riviére ha sido uno de los psicólogos españoles especializados en autismo más
destacados a nivel internacional. Fue catedrático de la Universidad autónoma de
Madrid, entre otros muchos otros cargos y lamentablemente falleció
repentinamente hace algunos años a la temprana edad de 50 años.
Su legado comprende numerosos estudios y publicaciones acerca de los TEA (Trastornos del espectro autista) y lo que es más importante, una nueva perspectiva, más humana y próxima, desde la que entender, tratar y vivir el fenómeno.
A continuación se exponen sus conocidos postulados en forma de 20 principios.
Su legado comprende numerosos estudios y publicaciones acerca de los TEA (Trastornos del espectro autista) y lo que es más importante, una nueva perspectiva, más humana y próxima, desde la que entender, tratar y vivir el fenómeno.
A continuación se exponen sus conocidos postulados en forma de 20 principios.
Los 20 conceptos fundamentales (Ángel Riviére):
1. Ayúdame a comprender. Organiza mi
mundo y facilítame que anticipe lo que va a suceder. Dame orden, estructura, y
no caos.
2. No te angusties conmigo, porque me
angustio. Respeta mi ritmo. Siempre podrás relacionarte conmigo si comprendes
mis necesidades y mi modo especial de entender la realidad. No te deprimas, lo
normal es que avance y me desarrolle cada vez más.
3. No me hables demasiado, ni
demasiado deprisa. Las palabras son "aire" que no pesa para ti, pero
puede ser una carga muy pesada para mí. Muchas veces no son la mejor manera de relacionarte
conmigo.
4. Como otros niños, como otros
adultos, necesito compartir el placer y me gusta hacer las cosas bien, aunque
no siempre lo consiga. Hazme saber, de algún modo, cuando he hecho las
cosas bien y ayúdame a hacerlas sin
fallos. Cuando tengo demasiados fallos me sucede lo que a ti: me irrito y
termino por negarme a hacer las cosas.
5. Necesito más orden del que tú
necesitas, más predictibilidad en el medio que la que tú requieres. Tenemos que
negociar mis rituales para convivir.
6. Me resulta difícil comprender el
sentido de muchas de las cosas que me piden que haga. Ayúdame a entenderlo.
Trata de pedirme cosas que puedan tener un sentido concreto y descifrable para
mí. No permitas que me aburra o permanezca inactivo.
7. No me invadas excesivamente. A
veces, las personas sois demasiado imprevisibles, demasiado ruidosas, demasiado
estimulantes. Respeta las distancias que necesito, pero sin dejarme solo.
8. Lo que hago no es contra ti.
Cuando tengo una rabieta o me golpeo, si destruyo algo o me
muevo en exceso, cuando me es difícil
atender o hacer lo que me pides, no estoy tratando de
hacerte daño. ¡Ya que tengo un
problema de intenciones, no me atribuyas malas intenciones!
9. Mi desarrollo no es absurdo,
aunque no sea fácil de entender. Tiene su propia lógica y muchas de las
conductas que llamáis "alteradas" son formas de enfrentar el mundo
desde mi
especial forma de ser y percibir. Haz
un esfuerzo por comprenderme.
10. Las otras personas sois demasiado
complicadas. Mi mundo no es complejo y cerrado, sino simple. Aunque te parezca
extraño lo que te digo, mi mundo es tan abierto, tan sin tapujos ni mentiras,
tan ingenuamente expuesto a los demás, que resulta difícil penetrar en él. No
vivo en una "fortaleza vacía", sino en una llanura tan abierta que
puede parecer inaccesible. Tengo mucha menos complicación que las personas que
os consideráis normales.
11. No me pidas siempre las mismas
cosas ni me exijas las mismas rutinas. No tienes que hacerte tú autista para
ayudarme. ! ¡El autista soy yo, no tú!
12. No sólo soy autista. También soy
un niño, un adolescente, o un adulto. Comparto muchas
cosas de los niños, adolescentes o
adultos a los que llamáis "normales". Me gusta jugar y divertirme,
quiero a mis padres y a las personas cercanas, me siento satisfecho cuando hago
las cosas bien. Es más lo que compartimos
que lo que nos separa.
13. Merece la pena vivir conmigo.
Puedo darte tantas satisfacciones como otras personas, aunque no sean las
mismas. Puede llegar un momento en tu vida en que yo, que soy autista, sea tu
mayor y mejor compañía.
14. No me agredas químicamente. Si te
han dicho que tengo que tomar una medicación, procura que sea revisada
periódicamente por el especialista.
15. Ni mis padres ni yo tenemos la
culpa de lo que me pasa. Tampoco la tienen los profesionales que me ayudan. No
sirve de nada que os culpéis unos a otros. A veces, mis reacciones y conductas
pueden ser difíciles de comprender o afrontar, pero no es por culpa de nadie.
La idea de "culpa" no produce más que sufrimiento en relación con mi
problema.
16. No me pidas constantemente cosas
por encima de lo que soy capaz de hacer. Pero pídeme
lo que puedo hacer. Dame ayuda para
ser más autónomo, para comprender mejor, pero no me des ayuda de más.
17. No tienes que cambiar
completamente tu vida por el hecho de vivir con una persona autista. A mí no me
sirve de nada que tú estés mal, que te encierres y te deprimas. Necesito
estabilidad y bienestar emocional a mi alrededor para estar mejor. Piensa que
tu pareja tampoco tiene culpa de lo que me pasa.
18. Ayúdame con naturalidad, sin
convertirlo en una obsesión. Para poder ayudarme, tienes
que tener tus momentos en que reposas
o te dedicas a tus propias actividades. Acércate a mí,
no te vayas, pero no te sientas como
sometido a un peso insoportable. En mi vida, he tenido
momentos malos, pero puedo estar cada
vez mejor.
19. Acéptame como soy. No condiciones
tu aceptación a que deje de ser autista. Sé optimista
sin hacerte "novelas". Mi
situación normalmente mejora, aunque por ahora no tenga curación.
20. Aunque me sea difícil comunicarme
o no comprenda las sutilezas sociales, tengo incluso algunas ventajas en
comparación con los que os decís "normales". Me cuesta comunicarme, pero
no suelo engañar. No comprendo las sutilezas sociales, pero tampoco participo
de las dobles intenciones o los sentimientos peligrosos tan frecuentes en la
vida social. Mi vida puede ser satisfactoria si es simple, ordenada y
tranquila. Si no se me pide constantemente y sólo aquello que más me cuesta.
Ser autista es un modo de ser, aunque no sea el normal. Mi vida como autista
puede ser tan feliz y satisfactoria como la tuya "normal". En esas
vidas, podemos llegar a encontrarnos y compartir muchas experiencias.
Ángel Riviére
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